Trazabilidad ¿vox populi?

Trazabilidad ¿vox populi?

Por Alicia Zanfrillo

Si la palabra trazabilidad podía resultar ajena al vocabulario cotidiano, la pandemia de COVID-19 instaló fuertemente su significado a través del seguimiento de contactos. En una época donde la mayoría de nuestras acciones discurrían en la virtualidad, el término cobró importancia como sinónimo de seguridad y transparencia frente a la trayectoria, recorrido o historia de un producto o actividad, así como también sobre su origen y ubicación final. En Inglaterra, en el año 1996, se produjo un punto de inflexión para la incorporación de la trazabilidad en la cadena alimentaria europea a raíz del conflicto originado por el consumo de vísceras procedentes de animales afectados por la enfermedad de la “vaca loca”.

Las crisis alimentarias llevaron a principios del siglo XXI al desarrollo de un sistema de control de la trazabilidad capaz de dar respuesta ante riesgos y posibles consecuencias del consumo de alimentos contaminados, desde el origen de la materia prima hasta la comercialización de productos. En la industria pesquera, la trazabilidad se define como la capacidad de acceder a toda la información relacionada con la trayectoria del producto, a lo largo de su ciclo de vida a través de descripciones y procedimientos para su registro. La trazabilidad permite recopilar e integrar la información del recurso, desde su captura con los datos de la marea, embarcación, coordenadas geográficas, identificación del capitán y fecha hasta el consumidor final, consignando el paso por los diferentes eslabones de su procesamiento.

Bajo el paradigma de economía circular, la trazabilidad resulta un vehículo propicio para desalentar la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada -pesca INDNR-, para reducir desperdicios y reconocer materiales con potencial de reciclaje o reutilización y, en consonancia con los consumidores exigentes de la actualidad, ofrecer identificaciones confiables de los productos. La adopción de un enfoque lineal de las cadenas de suministro para la gestión de los productos genera dos situaciones con impacto negativo para el ambiente: una, gran cantidad de desechos y otra, el agotamiento de los recursos naturales. En oposición, las cadenas circulares tienen como propósito reducir el uso de recursos y minimizar los desperdicios para disponer su uso el mayor tiempo posible.

La información sobre los sistemas de trazabilidad en las plantas pesqueras marplatenses exhibe menciones sobre la temática -con diferente grado de profundidad y actualización- en menos del 50% de las que ofrecen información digital a sus públicos de interés. Ante este escenario, el interrogante que se plantea es: ¿por qué es importante disponer de información sobre los sistemas de trazabilidad empleados por las empresas pesqueras en relación con el incipiente desarrollo de nuevos canales de comercialización a través de internet? Porque la identificación del producto y todo su recorrido aguas arriba y aguas abajo de la cadena de suministro permite ofrecer garantías de calidad para la promoción de productos sostenibles, generando confianza en clientes, proveedores y consumidores que requieren cada vez mayor información sobre lo que se produce y consume, en una clara contribución al cuidado de los recursos y en el desarrollo de mecanismos para la lucha contra la pesca INDNR.

Para seguir leyendo:
https://www.vidasilvestre.org.ar/?23640/Documento-de-posicion-por-una-ley-de-trazabilidad-para-los-productos-de-la-pesca-argentinos
https://www.trazabilidaddelapesca.org/

Alicia Zanfrillo

Soy Licenciada en Sistemas con formación doctoral en gestión de tecnologías. Soy docente de la carrera de Ingeniería Pesquera en la UTN-FRMDP y de la diplomatura en Transformación Digital Productiva e Industria 4.0 de la UIA-UTN. Dirijo grupos y proyectos de investigación, trabajo con personas formidables de diferentes disciplinas para generar conocimientos y prácticas que faciliten la incorporación de tecnologías en las organizaciones bajo el ODS Nº 12 – Producción y consumo responsables. Me interesan la economía circular, las nuevas metodologías de desarrollo y los procesos de transformación digital por su contribución al bienestar de nuestra comunidad.