Sentime, Laboratorio de ciudadanía

Proyectos

2021

Jueves 16 de septiembre // 16 hs. // Videoconferencia

  • Charla abierta
  • Vera Álvarez: “¿Pueden los materiales cambiar nuestras vidas?”

 

2020
Puerta de la Patagonia

2019
San Antonino II

2018
San Antonino I

Resumen

Profundamente movilizados por un proyecto que contemple la participación ciudadana de modo efectivo, el Centro de Arte y Ciencia (CEAC) diseñó el Laboratorio de Ciudadanía Permanente en el puerto de Mar del Plata (LCP), un espacio de diálogo y sobre todo de escucha, orientado a visibilizar las fuerzas científicas, estéticas, políticas, económicas y cívicas de la comunidad marplatense. El LCP funciona por asimilación y escucha. Cada referente, ciudadano y ciudadana nos cuenta algo que puede inspirarnos a generar pequeñas ideas que luego quizás puedan conducirnos a grandes soluciones.

Si bien el proyecto se inicia en 2018 y se ve interrumpido por la crisis sanitaria actual, en 2021 el proyecto retomó con el ciclo Puerta de la Patagonia, en el que discutimos el pasado geológico, paleontológico, arquitectónico y sonoro de “Los Acantilados” del sur de Mar del Plata. Ahora, ya en la segunda parte de este año, el LCP inaugura su nuevo ciclo, invitado a la ciudadanía a sumarse a las siguientes actividades.

Misión

El LCP busca promover el diálogo comunitario y el intercambio de ideas y propuestas sobre la vida pública y cotidiana de la ciudad, a través de diversas estrategias que faciliten la circulación de experiecnias y afectividades en torno a Mar del Plata.

El LCP reconoce en al escucha el dispositivo transformador y multiplicador, crucial para desarticular conceptos o narrativas que no se condicen con la actualidad territorial. Escuchar se presenta como una estrategia de política activa, y por el interés del proyecto por generar un contenido directo y sincero que se acerque al curso de lo real y sus implicancias.

El LCP busca promover un espacio de paz y desarrollo de ideas innovadoras surgidas del sentido común y el intercambio, y que sea vehículo seminal para las transformaciones efectivas en las diversas esperas que hacen la vida comunitaria.

Inicio: Un laboratorio que es una fiesta social

El Centro de Arte y Ciencia (CEAC) de la Facultad Regional Mar del Plata de la Universidad Tecnológica Nacional, tiene su sede en el corazón del puerto de Mar del Plata. El joven espacio ha retomado las tareas de articular los vínculos entre la Universidad y la comunidad inmediata. Desde su creación, a fines de 2018, se han intensificado diversas propuestas, que buscan sobre todo la participación ciudadana como termómetro de la sensibilidad y afectividad sobre un territorio.

El LCP se inicia generando puentes entre diversos referentes, empresas, y artistas de la ciudad en torno al puerto de la ciudad de Mar del Plata. El foco se dirigió a crear una base sensible para el Proyecto San Antonino, buscando sobre todo re-actualizar el concepto de fiesta popular contemporánea. El proyecto permitió además vehiculizar y visibilizar diversas problemáticas sociales al rededor del puerto y la ciudad.

El Proyecto San Antonino tuvo una segunda puesta en escena, en el año 2019, evento que también convocó a diversos actores de la ciudad. En ese sentido se articularon encuentros entre empresas como ANAMORA, el Yacht Club Argentino (Mar del Plata), el Consorcio Portuario; La Escuela Nacional de Pesca “Luis Piedra Buena”, y artistas como la agrupación “Creciente”; “El Recicle”; “Tumbelé”, “Ensamble Vocal UNTREF”; y artistas de diversas disciplinas. La base sensible del proyecto se inscribió, precisamente, en atender a las fuerzas infrasónicas del puerto de la ciudad de Mar del Plata, que se hacen oír a través del diálogo y el estudio de las emociones profundas en torno al territorio. Esas fuerzas cooperan en pos de que las visualidades puedan recontextualizarse y que ayuden a inscribir nuevos mapas de sentido en los objetos y acontecimientos desarrollados en el puerto.

En ese sentido, nos gusta como reforma esta situación Brandon LaBelle:

“Como actos de fuerza –de intensidad rítmica y resonante, de irrupciones vibrantes y volumétricas—, el sonido se utiliza para agitar y superar el ámbito visual y así relacionarnos con lo que no se ve, lo que no se puede representar y lo que todavía no es aparente. Junto con el espacio de la aparición y las descifrables visibilidades que caracterizan todo debate abierto, el caudal y la fuerza de ciertas músicas y tonalidades, silencios y ruidos, pueden trascender algunas divisiones y fronteras e incrementar las posibilidades agentivas de los olvidados y de todos aquellos a los que no prestamos suficiente atención. El sonido acompaña a los que luchan con su intensidad reverberante, ese conjunto de vibraciones y ecos que desbordan o burlan las estructuras dominantes y que exhortan las voces de las minorías, animando cualquier articulación o acción comprometida a ganar impulso y adentrarse así en una multitud de territorios y lenguas”.

Imagen de portada: “Trompeta de Beethoven (con oreja), 2007. John Baldessari.