Cualquier prenda exhibida en un local de indumentaria nace de una idea bocetada y se proyecta en un molde de papel o un software de moldería para luego ser tizada, cortada en tela y cosida. Este proceso productivo que inicia en el dibujo bidimensional requiere de habilidades proyectuales y de confección de prendas para obtener un producto terminado. Dentro del ámbito pedagógico, se repite una constante entre quienes inician sus clases de moldería básica. La dificultad de poder visualizar como será aquella prenda que han dibujado sobre el papel de molde; que caída tendrá la tela; como asentará esa pinza por dar mención algunos ejemplos. Es interesante ver al Modelado como una metodología de aprendizaje fácil de aprehender a través de ejercicios prácticos que involucran el drapeado directamente sobre el maniquí. El cursante se perfecciona en cada proyecto que realiza hasta lograr dominar la técnica de modelar con un retazo de tela dando vida a una prenda volumétrica. Se desprende de la bi dimensión para dominar lo tridimensional. Estudiantes y graduados/as de diseño o tecnicaturas que inician su emprendimiento textil y/o indumentaria, generalmente son los encargados/as de cada etapa de la producción, y esta metodología agiliza los tiempos en las pruebas de calce. Es una técnica que no pretende suplir a la moldería bi dimensional, por lo contrario, se complementa y ofrece nuevas herramientas al momento de proyectar un diseño de indumentaria. Es fundamental promover la capacitación constante de los/as profesionales del rubro en respuesta a los requerimientos de empleo de la región y así adquirir herramientas que les permite desarrollarse en diferentes áreas de competencia.