La UTN Mar del Plata celebra la graduación de Florencia M.J. Curetti Ibañez, flamante ingeniera naval que rindió su última materia el pasado miércoles 3 de septiembre por videollamada, mientras trabaja en el extranjero. Su historia refleja el esfuerzo, la resiliencia y la pasión por la ingeniería, y es un ejemplo para toda la comunidad universitaria.
En diálogo con el área de Prensa de la Facultad, Florencia compartió sus experiencias, desafíos y aprendizajes durante su formación.
– ¿Cuál fue tu mayor desafío durante la carrera?
“Mi mayor desafío fue coordinar el trabajo con las cursadas. No solo por el hecho de salir de una jornada laboral de 8 horas y luego asistir a clases, sino porque, a diferencia de la mayoría de mis compañeros, yo no trabajaba en el rubro naval. Eso hizo que no contara con el ‘conocimiento básico’ que muchos iban adquiriendo. Sin embargo, tuve la oportunidad de desarrollarme en la industria metalúrgica y mecánica, donde descubrí mi verdadera pasión: el diseño estructural. Hoy me desempeño como ingeniera de proyectos en el departamento de estructuras, y sé que ese camino empezó en la Facultad”.
– ¿Qué significa para vos ser egresada de la UTN Mar del Plata?
“Tuve dos profesores que me marcaron profundamente. El ingeniero Pereda nos enseñaba que ‘uno tiene que devolver a la Facultad lo que recibió de la Facultad’, y por eso decidí aportar como ayudante de cátedra en Proyecto de Buques y Mecánica Racional. El ingeniero De Pascuale, en tanto, nos repetía siempre: ‘Ustedes son ingenieros de clase mundial’. Tenía razón. Yo, que durante años dudé de mí misma, terminé trabajando en el extranjero en lo que realmente me apasiona. Por eso, para mí, es un orgullo enorme decir que soy ingeniera naval recibida en la UTN Mar del Plata”.
Con historias como la de Florencia, nuestra comunidad reafirma el valor de la formación pública, el esfuerzo colectivo y la calidad académica que distinguen a la Universidad Tecnológica Nacional.
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