A diario identificamos un amplio número de mensajes en nuestro correo electrónico, los cuales se reciben y se envían en forma asincrónica para compartir información, acordar una visita, confirmar una reserva o realizar consultas. La practicidad de este medio de comunicación lo ha convertido en una herramienta eficaz para la interacción con diversas personas y parte fundamental de nuestra rutina diaria. Si bien su atención requiere una porción considerable de nuestra jornada laboral, la revisión constante de diferentes sistemas de correo opera en forma contraria respecto del objetiva inicial de optimización que se perseguía con su uso.
Conscientes del tiempo necesario para ofrecer respuestas a las inquietudes recibidas y a la vez, generar los mensajes necesarios para cumplir con la actividad laboral, la inteligencia artificial -IA- es una herramienta que lleva varios años actuando como asistente en estas tareas. Una de las aplicaciones más populares de correo electrónico la ha implementado desde el año 2017 con el lanzamiento de la respuesta inteligente. Con un solo clic es posible enviar una respuesta preformateada a través de unas pocas palabras de confirmación o de rechazo, como respuesta a una comunicación sencilla.
El segundo paso en la evolución se conoce como redacción inteligente, ofreciendo sugerencias de texto a medida que se escribe, donde las palabras aparecen según el sentido del mensaje, para que se las pueda incluir sin necesidad de tipeo. Y el paso siguiente en la evolución, de reciente incorporación, es el asistente para escritura “Help me write” o los complementos de escritura: a partir de un mensaje previo y una breve indicación del sentido redactan un borrador completo que puede refinarse con un tono más coloquial para brindar una respuesta. La IA está transformando en forma significativa nuestra experiencia con el correo electrónico.
Pero, ¿qué es la IA? Se define como una capacidad de las computadoras para utilizar algoritmos, aprender de los datos y en base a ellos tomar decisiones, es decir, simular los procesos de pensamiento y realizar actividades asociadas con la inteligencia humana. Uno de estos algoritmos es el que permite comprender y generar lenguaje humano de manera efectiva de forma similar a cómo escribe o habla una persona, denominado modelo de lenguaje natural -PLN-. Este modelo se entrena con grandes volúmenes de texto a fin de reconocer patrones de redacción y reglas gramaticales presentes en libros, artículos, noticias, conversaciones o contenido digital para predecir la siguiente palabra como consecuencia de las palabras previas. Sus usos más reconocidos se centran en traducción automática, resumen de información, chatbot conversacionales y asistencia de texto automatizada.
Entre las tareas que tradicionalmente se asocian a las personas, la ventaja del empleo de la IA es la completa disponibilidad de esta tecnología que no requiere tiempos de descanso y que puede analizar grandes volúmenes de información, reduciendo errores a través del entrenamiento y aprendizaje, en constante evolución. La IA generativa está dando un paso disruptivo reconfigurando escenarios en las organizaciones y, por consiguiente, dando lugar a nuevas prácticas. Es este un punto de inflexión en el cual se plantean desafíos y controversias por su incorporación en los diversos ámbitos del quehacer humano, en un debate abierto para su uso responsable.
Para seguir leyendo:
https://revistas.itm.edu.co/index.php/tecnologicas/article/view/2687
https://www.iic.uam.es/inteligencia/que-es-procesamiento-del-lenguaje-natural/
