Éstos son tiempos en los que nuestro rol de educadores debería ser el de aportar herramientas que contribuyan a formar criterio para abordar la enorme cantidad de información disponible con espíritu crítico y discernimiento. Nuestra función principal no sería entonces la de transmitir contenido, sino formas de pensamiento a través del contenido. En ese universo complejo y cambiante que es la sociedad, nuestro rol como docentes debe también resignificarse.
Pero educar inevitablemente implica comunicar, si bien muchas veces no lo hacemos de forma consciente. Cuando educamos transmitimos mucho más que saberes: estamos comunicando también formas de entender y practicar ciencia. De allí la importancia de reflexionar sobre nuestras prácticas cotidianas para dotar de carácter científico a la educación. Pero también, la relevancia de usar nuestra imaginación y creatividad para generar un espacio de aprendizaje colectivo en el que todas las personas involucradas seamos protagonistas activas del proceso.

De estas reflexiones nació hace unos años Fisicolectivo, un proyecto de comunicación pública de la ciencia formado por científicxs-docentes, que busca nuevas formas de transmitir cultura científica en el ámbito educativo.

Esta charla es una invitación a reflexionar sobre las formas posibles de acercar nuestro conocimiento a la sociedad de la que somos parte para devolverle (un poco de) lo que aporta al desarrollo de la ciencia y la tecnología. Y es también una oportunidad de preguntarnos cuál es la responsabilidad política y ética que implica el lugar que, como educadores, ocupamos en el entramado de la sociedad.